Somnoliento el
sol quedamente se reclina
sobre el
regazo de la noche temprana.
Luces amarillentas , tenues sombras
van bosquejando
lánguidas figuras
sobre las calles solitarias del lugar.
La luna se asoma sigilosa , corretea
por entre
los tejados y glorietas
buscando a hurtadillas
a quien extasiar.
Un viejo
reloj da las doce campanadas
Alguna sirena
que ulula a lo lejos,
Luego ,el silencio
se hace escuchar
Se acallan los
rumores , la música cesa
La ciudad se
duerme en la noche otoñal
Pero la vida
no se detiene , sigue latiendo
palpita en
cada gota de rocío,en cada flor ,
en el ave
que dormita ,en la tierra que respira,
en cada ser que
sueña con un mundo mejor,
un mundo donde
reinen la paz y el amor…
Micam