El sueño ,me atrapó inquieta,
muy avanzada la anoche ,
envuelta entre congojas.
Me sorprendió en la alborada
una lágrima traviesa ...
que rodaba por mi
rostro,
humedeciendo mi
almohada .
Di rienda suelta a mi llanto
y el sueño volvió a la calma.
¡Qué loco este corazón
que no entiende de fronteras ,
ni leyes ni condiciones!
Micam